La policía de los sueños



El funambulista se juega la vida a cada instante,
deslizándose por el filo de la navaja,
a un lado, la oscuridad, el abismo,
al otro, el caos, el renacimiento.
El cable es el azar, el sendero de libertad.
La policía de los sueños,
vela por la seguridad,
interrumpe al viajero en su éxtasis,
le acompañará amablemente a la normalidad.
La libertad no es bocado de controlador,
se escurre del traje de los creyentes,
reniega del verbo salvar,
perfidia de la humanidad.